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"PRENSA INDEPENDIENTE" "La Nación
Argentina adopta para su gobierno la forma Representativa, Republicana
Federal..." Nueva dirección: http://members.fortunecity.com/prensaindependiente/ Nuevo mail: [email protected] Síntesis anteriores del mes actual: * 1 mar 2004 * 3 mar 2004 * 5 mar 2004 * 7 mar 2004 * 11 mar 2004 * 14 mar 2004 * 17 mar 2004 |
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Índice de la fecha
1 -"Documentos de la Memoria Histórica" - 12 de septiembre de 1978 - "Palabras del entonces Comandante en Jefe de la Armada, en una ceremonia militar pública en el Patio de Armas de la Escuela de Mecánica de la Armada":
2 - Sobres memorias hemipléjicas y verdades amnésicas: "Recuerdos con olvido" por Gabriela Pousa.
3 - "Foro de la Verdad Histórica" - Alegato del Almirante Emilio Massera en el juicio a las Juntas en octubre de 1985: "No he venido a defenderme".
4 - La Nueva Provincia - Editorial: "Dignidad".
5 - 24 de marzo de 1976. Partes de: " El golpe fue consecuencia del peronismo " por Isidoro Ruiz Moreno.
6 - ¿Negociaciones de la deuda junto con Brasil? - Carta de lector por Guillermo Dotto.
7 - ¿Negociaciones de la deuda junto con Brasil? - La Nueva Provincia - Editorial: ¿Alianza?.
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1 – Publicado en el "Foro de la Verdad Histórica" - 15 de marzo del 2004
http://members.fortunecity.com/foroverdad/ - [email protected]
"Documentos de la Memoria Histórica"
Buenos Aires, 12 de septiembre de 1978
"Palabras pronunciadas por el Comandante en Jefe de la Armada, en una ceremonia militar pública en el Patio de Armas de la Escuela de Mecánica de la Armada, adonde se condecoró a varios veteranos combatientes de las operaciones militares antiterroristas, en ocasión de despedirse del Grupo de Tareas 3.3 ante los próximos cambios de máximas autoridades de las Fuerzas":
"LA REPÚBLICA
tiene un compromiso con ustedes.
"LOS ARGENTINOS
tienen un compromiso con ustedes.
"CADA CIUDADANO
que al volver a su casa, después de su trabajo, encuentra a su familia entera y feliz, tiene un compromiso con ustedes.
"PORQUE LA MUERTE SE VA APAGANDO
, tienen un compromiso con ustedes.
"PORQUE LA VIDA SIGUE
, tienen un compromiso con ustedes.
"PORQUE PUEDEN DISFRUTAR
del sol y de la intimidad de sus hogares, y porque pueden reír libremente, y porque el llanto va siendo un recuerdo, por todo eso, tienen un compromiso por ustedes.
"MUCHOS NO LO SABEN
, y hasta no deben saberlo.
"PERO DIOS LO SABE, LA PATRIA LO SABE, LOS HOMBRES DE ARMAS LO SABEMOS Y NOSOTROS NO OLVIDAMOS.
"He venido a despedirme de ustedes porque dejo mi cargo de Comandante en Jefe, pero en la Armada el mando es una continuidad histórica y el mando ha tenido siempre buena memoria.
"Me voy, pero ustedes saben que me los llevo en el corazón, porque ustedes combatieron como pocos, y porque ustedes conocieron en el combate la imborrable confraternidad de la sangre.
"Adiós, dejen que me lleve de regalo, latiendo en mis oídos, un grito, el más vibrante grito de respuesta, cuando ahora por última vez les reclame:
" ¡Subordinación y valor! ".-
Fdo.
EMILIO
EDUARDO MASSERA
Almirante
Comandante en Jefe de la Armada
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2 – Sobres memorias hemipléjicas y verdades amnésicas
"RECUERDOS CON OLVIDO"
por Gabriela Pousa
Sin duda en Argentina estamos muy lejos del Alpeh donde Borges hizo converger todos los puntos sueltos del Universo. Las fronteras entre realidad y ficción se desdibujan con demasiada prisa. No hay un punto común donde se concentre la historia como un compendio de certezas.
Sin embargo, como el protagonista de ese relato borgeano, tenemos la mente porosa para el olvido, así vamos falseando - con el correr de los años - la verdadera trama de los hechos.
En estos días, bajo la conmoción de un mundo en alerta, con la inoportunidad que caracteriza a un gobierno muy alejado de las prioridades que proclama la ciudadanía estamos abocados a un revival peligroso por su imparcialidad y cierta ceguera voluntaria al ver y mirar.
Si acaso la adicción por las contiendas y las confrontaciones a veces con enemigos inexistentes quedara en meras oratorias y exclamaciones demagógicas podría aducirse que hay un jefe de Estado pintoresco o incluso carismático. Pero cuando, abandonada las palabras, la actitud beligerante se entromete en políticas concretas, el resultado transforma de manera inexorable el cause normal de los acontecimientos.
La pregunta que cabe hacerse en este momento trataría de averiguar si es realmente necesario alterar, en este aquí y ahora, un ayer sin que eso implique un esclarecimiento total del mismo. Y a su vez es válido interrogar para qué revolver una porción de pasado si no es para aportar alguna suerte de lectura purificadora o revelación del mismo.
Sin duda, si se va en busca de un fin parcializado, los medios elegidos para ello serán igualmente diezmados por mezquindades que no contribuirán un ápice siquiera a la historia.
El resultado de una búsqueda insidiosa no será sino silencio o en lo contrario, versiones falaces de los escenarios registrados en ese entonces. Lo acontecido es tanto más amplio que una sumatoria de recelos y rencores que, por el mero hecho de gestarse en pérdidas o retazos nubla la verdad histórica.
Todo revisionismo debe estar precedido de un estudio exhaustivo para que devele misterios y sólo reviste trascendencia si se lo enmarca en un contexto donde la investigación abarque el todo ni no alguna de las partes. De ese modo es menester detenerse en las causas y no sólo en las consecuencias de los actos vividos.
En estos días se ha escuchado hablar de ciertas épocas de la Argentina con la necedad característica de una dirigencia en extremo arbitraria
. Echar luz sobre lo que pasó puede resultar sumamente interesante si el plano a enfocar abarca el escenario con protagonistas, elenco y público.
Limitarse a un mero primer plano, iluminando sólo algunas actuaciones
desvirtúa el argumento y en consecuencia deja a la obra sin cohesión y sin coherencia.
¿Cómo entender Romero y Julieta si sólo se narra la travesía de un joven Montesco? ¿Cuál sería el motivo de la muerte de Wether si Goethe no hubiera delineado con su pluma también a Carlota?
Ácido a las Heridas
Esta sinonimia poco erudita quizá con la literatura es a fin de evitar el uso de términos que cooperan a seguir hurgando en las heridas. Para eso están algunos funcionarios y otros organismos o entidades que lamentablemente "negocian" con la sangre...
Es inútil pretender futuro con un empecinamiento casi enfermizo en revivir una década que produjo terror en Argentina. Es inútil pretender recuerdos colmándolos de olvido.
Y olvidar - como se está haciendo hoy día - que hubo muchos uniformes restaurando la paz nacional es quebrar al país de manera irreductible y ruin. Dejar de lado las causas y detenerse despóticamente en las consecuencias cercena la historia transformándola en mera leyenda donde nada es lo que fue.
Al margen, el respeto no necesita monumentos. El último dato que llegó es el de un proyecto ingresado al Congreso donde se pide se reemplace a la Plaza Aramburu la denominación por la de "Hermanos Gálvez". Contundente: todo este cambalache no es sino una manera de echar ácido sobre las heridas. Triste por cierto...
A su vez, es extraño que tanta tecnología no permita actualizar archivos de manera de observar, sin evocaciones arteras que hay uniformes raídos en sus espaldas sin razones valederas. Nada más bajo que desprestigiar una o más Fuerzas cuyo origen se legitima en la misma Constitución donde en cambio, no hay guerrilla alguna capaz de adquirir legitimidad.
La lección que dieron el pasado 11 de marzo los españoles
debería hacer mella en Argentina para entender que hay hechos que no admiten una verdad a media.
Qué determinadas fechas sean utilizadas para hacer demagogia o politiquería de barricada tiene más tufillo a venganza que a deseo de unión.
En un ahora en el que el mundo entero ora por la paz buscar denodadamente reabrir grietas sentencia a una escisión siniestra. Hay muchos próceres sin monumentos en Argentina. Hay un exceso de despachos ocupados simplemente por sillas que pudieran servir para elevar pedestales, donde erigir homenajes. Y hay también museos que nadie visita.
¿Quién puede creer que es imperioso el predio de la ESMA para resguardar los derechos humanos? No es un pedazo de suelo ni un inmueble el que enaltezca en la memoria el terror revestido de un "ismo".
Cuando le faltan páginas a una obra no hay posibilidad de entender, y sin entendimiento todo recuerdo queda reducido a capricho, a obstinación. Lo único factible de ser perenne es la verdad sin tapujos.
En ese trance de desvirtuar lo sucedido en nuestro suelo sólo lograremos un estancamiento vil en un presente limitado únicamente a los Montescos...
Los actos del próximo 24 se asemejan más a una afrenta que una pacificación
, equivalen a una quita a la deuda interna... 75% menos de recuerdos no permiten que se completen los renglones en los anales de la República.
Valga la metáfora literaria para advertir que no hay semblanza verídica sin Capuletos y menos aún ha de haberla si además, caprichosamente, se desconoce la existencia misma de Shakespeare otorgándoles una razón de ser que conceda al libreto la consecuente validez...
Gabriela Pousa
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3 – Publicado en el "Foro de la Verdad Histórica" - 15 de marzo del 2004
http://members.fortunecity.com/foroverdad/ - [email protected]
Alegato del Almirante Emilio Massera
En el juicio a las Juntas en octubre de 1985
"No he venido a defenderme"
Nadie tiene que defenderse por haber ganado una guerra justa
. Y la guerra contra el terrorismo fue una guerra justa. Sin embargo yo estoy aquí procesado porque ganamos esa guerra justa. Si la hubiéramos perdido no estaríamos acá -- ni ustedes ni nosotros --, porque hace tiempo que los altos jueces de esta Cámara habrían sido substituidos por turbulentos tribunales del pueblo y una Argentina feroz e irreconocible hubiera substituido a la vieja Patria.
Pero aquí estamos.
Porque ganamos la guerra de las armas y perdimos la guerra psicológica. Quizás por deformación profesional estábamos absortos en la lucha armada; y estábamos convencidos de que defendíamos a la Nación y estábamos convencidos y sentíamos que nuestros compatriotas no sólo nos apoyaban. Más aún, nos incitaban a vencer porque iba a ser un triunfo de todos.
Ese ensimismamiento nos impidió ver con claridad l
os excepcionales recursos propagandísticos del enemigo y mientras combatíamos un eficacísimo sistema de persuasión comenzó a arrojar las sombras más siniestras sobre nuestra realidad hasta transformarla, al punto de convertir en agresores a los agredidos, en victimarios a las víctimas, en verdugos a los inocentes.
Y esa guerra psicológica no ha cesado.
Lleva más de diez años golpeando la sensibilidad de la gente, ayudada por un extraordinario apoyo de la prensa. Era --y es—imposible contestar esos ataques porque, en primer lugar, es muy difícil encontrar los medios dispuestos a jugarse por la verdad cuando la correntada social avanza en sentido contrario; y en segundo lugar, porque no se han tergiversado solamente las palabras se ha tergiversado la convención social que le da a cada palabra un significado aceptable para todos.
Así parecería que la democracia era el terrorismo y los que combatíamos al terrorismo éramos los auténticos terroristas.
Así hemos perdido el sentido de la palabra libertad que es un bien en sí mismo, independiente de que alguien intente arrebatárnoslo, y las usinas destinadas a la perversión de las ideas la han suplantado por la palabra "liberación", que no supone un bien intrínseco, sino un bien coyuntural sujeto que alguien nos esté oprimiendo. Se da entonces por sentado que siempre estamos oprimidos a menos que, claro, estén los liberadores manejando el poder.
Cuando el enemigo se dio cuenta de que empezaba a perder la guerra de las armas
montó un espectacular movimiento de amparo, inobjetable, del sagrado tema de los derechos humanos. Yo tenía muy buenas razones informativas para saber que se trataba de una guerra psicológica totalmente desprovista de buenos sentimientos, pero si algo me hubiera faltado para convencerme, aparece una satánica discriminación en los derechos humanos.
Nunca, ninguna de las entidades beneméritas ni de las personas notables que alzan su voz por los derechos humanos, ninguna dijo nunca nada sobre las víctimas del terrorismo.
¿Qué pasa con los policías, los militares, los civiles que fueron víctimas -muchas veces indiscriminadas- de la violencia subversiva ?. ¿Tienen menos derechos o son menos humanos ?.
Esta sencilla observación que no hace falta demostrar porque ahí están los hechos
, nunca fue objeto de la atención o al menos de la curiosidad de nadie y a esta altura es una especie de valor aceptado por la sociedad que la violación de los derechos humanos estuvo únicamente a cargo de los represores y que las víctimas de esas violaciones son únicamente terroristas de la guerrilla subversiva.
El asombroso silencio que hay en torno de esta monstruosa falsificación
es suficientemente indicativo del grado de parcialidad que ostentan desde los dirigentes políticos hasta aquellos que deberían ser -por su investidura- profesionales de la imparcialidad, pasando por los jefes de los grupos de presión, siempre preparados para poner en la calle diez mil o veinte mil irracionales ululantes capaces de convencer a los poderes públicos de que ellos son la historia y ellas ya han dado su veredicto.
No le reprocho al fiscal el estilo
con que ha desarrollado la acusación porque después de todo, el estilo es el hombre. Le reprocho sí, sus desagradables ironías sobre nuestros héroes, como en el caso del teniente Mayol.
Alguien me dijo que era intolerable que se jugara al sarcasmo con nuestros muertos. Pero, ¿quiénes son nuestros muertos ?; ¿de quién son los muertos ?. Terminado el fragor de la guerra, todos los muertos son de todos, y nadie tiene derecho a hablar de ellos, sin el respeto que a cualquier hombre moral y civilizado debe inspirarle la dignidad intrínseca de la muerte, aunque más no sea, porque cada muerto es un testimonio tangible de la eternidad.
Pero si no ha habido serenidad para hablar de nuestros muertos
, ¿quién sería tan candoroso de esperar un proceso objetivo para los que están vivos?: ¿quién sería tan candoroso de esperar un proceso objetivo en medio de esta presión social?; ¿quién sería tan candoroso de pensar que se está buscando la verdad, cuando mis acusadores son aquellos a quienes vencimos en la guerra de las armas?.
Aquí estamos protagonizando todos algo que es casi una travesura histórica: los vencedores son acusados por los vencidos.
Y yo me pregunto: ¿En qué bando estaban mis juzgadores? ¿Quiénes son o qué fueron los que tienen hoy mi vida en sus manos?; ¿eran terroristas?; ¿estaban deseando que ganaran los represores?; ¿eran indiferentes y les daba lo mismo la victoria de unos que la de otros?.
Lo único que yo sé es que aquí hubo una guerra entre las fuerzas legales, en donde si hubo excesos fueron desbordes excepcionales, y el terrorismo subversivo en donde el exceso era la norma.
Esto que acabo de decir es el punto central y tanto que la acusación no ha hecho otra cosa que tratar de demostrar que los excesos eran norma en las fuerzas legales. Naturalmente no es cierto. Cualquiera puede imaginar que nadie transforma a los oficiales y suboficiales del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada en una banda de sorprendentes asesinos que de la noche a la mañana pierden todo reflejo ético.
Pero lo que no hace falta demostrar es que en una organización terrorista, el exceso sí es la norma
, simplemente porque el exceso es su razón de ser. Claro que de eso no se habla, parece un simple detalle. Pero ellos, los que ejercieron el exceso como norma, son mis acusadores, son mi simple detalle.
En la obsesión del enemigo por debilitar a las Fuerzas Armadas no ha ahorrado hasta el uso de la infamia menor,
tratando de mostrar supuestos agravios y recriminaciones recíprocas entre los que ejercimos el comando de las fuerzas armadas en aquel momento. Los distintos puntos de vista políticos que existieron, se mantuvieron siempre dentro del plano de las ideas y es simplemente ridículo pensar que eso tenía consecuencias en las relaciones institucionales como las personales. A pesar de esas diferencias, nunca se perdió el respeto entre nosotros. No obstante comprendo que a los vencidos les interese difundir esa fábula, con la esperanza de que las fuerzas armadas de hoy se miren entre sí con suspicacia. Dividir para reinar. Pero los que están delatando es, en definitiva, miedo, mucho miedo. Porque el enemigo sabe que las fuerzas armadas de hoy son capaces de derrotarlo como las fuerzas armadas de ayer.
No he venido a defenderme.
He venido como siempre a responsabilizarme de todo lo actuado por los hombres de la Armada mientras tuve el incomparable honor de ser su comandante en jefe.
También me responsabilizo por los hombres de las fuerzas de seguridad y policiales que durante mi comando actuaron subordinadas a la Armada
en la guerra contra la subversión. Quiero decir, además, que me responsabilizo por los errores que pudieran haber cometido.
Pero, si el Tribunal necesita para eximir de responsabilidad a mis subordinados, a todos mis subordinados, que yo deba aceptar además que todas sus actuaciones fueron cumpliendo órdenes precisas que yo debiera haber impartido personalmente y en forma omnipresente lo acepto.
Yo y sólo yo tengo derecho al banquillo de los acusados. Sentar a otros aquí sería como sentar a la Argentina en el banquillo de los acusados,
porque en verdad les digo, que la Argentina libró y ganó su guerra contra la disolución nacional. Pido a Dios que el Tribunal no cometa la equivocación de poner al país en estado de proceso, porque esa equivocación equivaldría a haber perdido también la guerra de las armas.
Si necesitan acabar con nosotros, háganlo,
pero no le arrebaten a la Argentina su única victoria de este siglo.
Mi serenidad de hoy, proviene de tres hechos fundamentales
. En primer lugar, me siento responsable pero no me siento culpable, sencillamente porque no soy culpable. En segundo lugar, porque no hay odios en mi corazón. Hace tiempo que he perdonado a mis enemigos de ayer y a mis flamantes enemigos que no han podido substraerse a la compulsión que estamos viviendo. Y en tercer lugar, porque estoy en una posición privilegiada. Mis jueces disponen de la crónica, pero yo dispongo de la historia y es allí donde se escuchará el veredicto final.
Casi diría que afortunadamente carezco de futuro.
Mi futuro es una celda. Lo fue desde que empezó este fantástico juicio y allí transcurrirá mi vida biológica, ya que la otra, la vida creadora, la vida de la inteligencia, la vida del alma, se la entregué voluntariamente a esta veleidosa y amada Nación.
Sólo de una cosa estoy seguro. De que cuando la crónica se vaya desvaneciendo, porque la historia se vaya haciendo más nítida, mis hijos y mis nietos pronunciarán con orgullo el apellido que les he dejado".
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4 – La Nueva Provincia - Bahía Blanca – República Argentina
Editorial:
"Dignidad"
El jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, y el ministerio de Defensa no se pusieron de acuerdo acerca de los motivos invocados para tratar de justificar el arresto de diez días impuesto al capitán de corbeta (R) Horacio Salduna.
Les habría bastado con explicar sencillamente que fue por decir la verdad entera. Porque sólo en eso pudo haber consistido la falta disciplinaria, si es que la hubo.
Este marino honesto y veraz recordó, en una carta publicada por "La Nación" el 5 del corriente, a propósito de la instalación de un Museo de la Memoria en instalaciones de la ESMA, que la "época de violencia y muerte no la inauguraron las Fuerzas Armadas, sino la guerrilla terrorista, que intentó tomar el poder para instalar una dictadura marxista".
Recordó también "los asesinatos de dirigentes gremiales como Vandor, Alonso, Rucci, Coria, así como los de miles de miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad y otros hombres, mujeres y niños"; que "Perón echó de la Plaza de Mayo a los montoneros y demás izquierdistas" y que "el peronismo dispuso aniquilar a la guerrilla hasta que no quedara señal de ella".
Se preguntó, además, si el museo sólo contendrá recuerdos de las víctimas de la represión o también de la subversión. Pregunta de antemano contestada, porque está en la voluntad del presidente Kirchner adular a los que añoran los años de esplendor del terrorismo: así piensa darle alguna personalidad al movimiento informe que intenta armar dentro del peronismo.
A ese designio protervo de volver a dividir la sociedad argentina está destinado el Museo. Bueno es, entonces, que un marino digno haya dado a sus superiores jerárquicos, el almirante Godoy y el presidente Kirchner, una lección de historia y de cuidado del honor de nuestra Armada.
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5 – Publicado durante el último Gobierno radical , mantiene vigencia hoy
24 de marzo de 1976. Partes de:
" El golpe fue consecuencia del peronismo "
por Isidoro Ruiz Moreno.
Los episodios centrados en el 24 de marzo de 1976 reconocen como origen la influencia del ex presidente Perón. Para mal, por supuesto. Es que desde su caída en 1955 no cesó de instigar a la insurrección armada, cuya acción resonante se tuvo cuando ocurrió el asesinato del general Aramburu en 1970.
... Con tal espaldarazo, la violencia fue una constante de ahí en adelante, alentada por el caudillo "justicialista" y sostenida con elementos y adiestramiento desde la Cuba marxista de Fidel Castro, a fin de obtener el poder político por medio de la "revolución popular".
.... El orden no se restableció cuando en 1973 triunfó en las elecciones la fórmula Cámpora-Lima alentada por Perón. Todo lo contrario: el traspaso del mando estuvo rodeado por escenas de extrema agresividad, que canalizaron el odio del movimiento peronista hacia las Fuerzas Armadas y sirvieron de siniestro presagio para los días que seguirían. Punto culminante del desborde lo dio la puesta en libertad de terroristas y asesinos convictos que se hallaban en diversas cárceles, por ley.
Las consecuencias no demoraron en demostrar que los sectores que habían impulsado el terror como instrumento de acción política no deseaban cambiar de táctica.
... La continuación del caos impulsó a Cámpora y a su vicepresidente Solano Lima a renunciar a sus cargos.
...Cuando Perón asumió otra vez la Presidencia se encontró condicionado por la doctrina que había propiciado, y que ahora se desbordó, al punto que a buena parte de sus seguidores los calificó de "estúpidos imberbes", separándolos de su movimiento.
Mas ya era tarde para detener el proceso impulsado. Este fue agravado por la absurda decisión de integrar su Gobierno con su propia mujer, María Estela Martínez, notoriamente incapaz para ejercer el elevado puesto a que estaba destinada, sobre todo cuando ella misma se convirtió en Presidente de la Nación al morir aquél.
Tal fue el postrer legado de Perón a la Argentina. El no podía ignorar la suma de calamidades que causaría el binomio conductor de los intereses nacionales.
Se acentuó la técnica de la guerra revolucionaria, con su organización paramilitar, estructurada jerárquicamente, contando con cuadros, combatientes, sistemas de planeamiento y elementos de apoyo externo. La subversión estaba mimetizada entre la población y resultaba ardua la tarea de discriminar a sus elementos. Los miembros de las Fuerzas Armadas regulares, sobre todo el Ejército, se convirtieron en el blanco preferido de los procederes terroristas, que cobraban numerosas víctimas al cometer sus atentados.
Finalmente, ante la sociedad argentina profundamente convulsionada, el gobierno de la señora de Perón, reconociendo su incapacidad para controlar la anarquía, dictó un decreto mediante el cual se encargó al Ejército ejecutar las operaciones militares para "neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos".
Durante ese año 1975 los grupos Montoneros y ERP se adjudicaron 137 asesinatos, 77 intentos, 283 atentados con bombas, 201 intimidaciones, 68 robos significativos y 127 incendios. Paralelamente a dicha "lucha revolucionaria", crecía el desborde institucional por la presión de fuerzas incontrolables que se imponían en los organismos públicos.
El golpe de Estado se adueñó de la conciencia de muchos como remedio, frente a la falta de respuesta de las autoridades que debían ponerle fin. La disyuntiva para los comandantes militares fue planteada al gobierno, como único remedio eficaz para erradicar la artera "guerra revolucionaria": el de llevar a cabo una acción dura pero de efectos inmediatos, incluso con los excesos que podrían ocurrir, para evitar una larga y dolorosa sangría nacional. Ello fue aceptado, lo que explica la tolerancia oficial.
Desde otro punto de vista, la mayoría del pueblo argentino miró con aprobación la lucha de las Fuerzas Armadas (con su secuela de bajas) para recobrar la indispensable pacificación. Hay un matiz importante que distinguir entre quienes buscaban imponer un Estado socialista y totalitario y los que defendían la tradicional forma de vida argentina.
Las Fuerzas Armadas alcanzaron su propósito de aniquilar a los sediciosos. Ese logro benefició a la sociedad y al Estado. ¡Pero a qué precio! Casi 6.000 desaparecidos costó a los subversivos.
Aunque se produjo un efecto contraproducente que alcanzó a las propias Fuerzas Armadas, cuando se difundieron los procedimientos drásticos empleados para terminar con los sediciosos, los máximos responsables de la conducción oficial de la lucha contra el terrorismo, sometidos a proceso, fueron condenados entre realidades y exageraciones.
Aún a 25 años de lo sucedido pesa sobre los militares una virtual proscripción interna que alcanza a todos ellos, mientras que muchos de los ex subversivos actúan con toda libertad y hasta ejercen funciones públicas.
De cualquier modo, es comprensible el rencor de los familiares de las víctimas, culpables o no. Por cierto debe incluirse en esta categoría a los parientes de quienes el terrorismo mató y que parecen no merecer consideración ni conmiseración de autoridades y pueblo, después de una sostenida campaña parcializada.
En este aspecto, hay que discriminar entre quienes guardan un dolor digno y reservado, de otros que levantan la bandera del odio público buscando venganza.
La tranquilidad social y política es un elemento esencial para la normalidad institucional. Lo marca el preámbulo de nuestra Constitución.
Se torna imprescindible poner fin a una persecución incesante.
Es de esperar que así lo entienda el presidente de la República, en beneficio de todos, ya que él (de la Rua), en 1973 fue el miembro informante del bloque radical en el Senado para conceder ese beneficio a los presos subversivos, en la búsqueda -dijo- "del reencuentro de los argentinos".
De esto se trata. Que la labor del Gobierno tienda a borrar las secuelas de un pasado que no se olvidará, pero que debe superarse en bien de la Patria
Isidoro Ruiz Moreno
Historiador, Academias de Historia y de Ciencias Políticas.
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6 – ¿Negociaciones de la deuda junto con Brasil?
"Solo efectos especiales"
Carta de lector - por Guillermo Dotto:
Sr. Director.
Leo el titular del tabloide "Negociaremos con el FMI junto a Brasil y Argentina" y en letra más pequeña "el candidato del Frente Amplio uruguayo y líder en las encuestas afirmó que cuando gane se sumará al eje Kirchner-Lula.......!!
¿Es que acaso el desinformador por excelencia sigue pensando que los argentinos no estamos atentos a la verdad?. Es demasiado inteligente e informado para no saber que la tan promocionada reunión Lula-Kirchner ha resultado un fiasco para el gobierno, en especial para el canciller que anunció el acuerdo como histórico.
Ni el más cándido de los brasileños podría asociarse a nuestro país para negociar la deuda, hacerlo es asumir riesgos innecesarios para un país que no está en default: y el único eje posible en estas circunstancias es un eje divisorio.
Y sin embargo ahí está la nota, en primera plana, buscando audiencia y credibilidad; pero para los que estamos atentos no hay dudas de que es simple intercambio, o canje ; vos me das un lugar a tu lado, yo escribo que le torciste el brazo al fondo, vos me das la ESMA yo insisto en que te comiste crudo a Itamaraty; nada más ni nada menos que eso. Este tipo de corrupción rodea al gobierno; en el medio el país y su gente, debajo, pisoteada y ridiculizada , la verdad.
Guillermo H. Dotto
[email protected]
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7 – ¿Negociaciones de la deuda junto con Brasil?
La Nueva Provincia - Bahía Blanca – República Argentina
Editorial:
¿Alianza?
El presidente Kirchner se hizo acompañar de cuatro ministros y varios secretarios de Estado para
celebrar la firma, en Río de Janeiro, de un acuerdo calificado de "histórico", en palabras solemnes y triunfales por el apresurado canciller Rafael Bielsa.
Lo que se firmó dista mucho de esa predicción, ella sí histórica por lo desmesurado del papelón. Tanto que el presidente brasileño dejó a su par argentino en Río, disfrutando de sus playas, y él se fue a Brasilia a atender otros asuntos de gobierno más urgentes.
El implícito desaire no atenuó en Kirchner el fervor que su canciller le había insuflado. Sacó fuerzas de flaquezas para declararse satisfecho y festejar, pese a todo, las pequeñas concesiones que sus negociadores habían logrado tras ardorosa batalla.
Por supuesto, no quedó ni rastro de aquella alianza íntima para negociar en forma conjunta ante los organismos internacionales, en especial sobre deuda externa. Siempre previsora, Itamaraty se había adelantado a decir que habría apoyo pero con independencia, perfectamente consciente de las diferencias entre un país con sus compromisos al día y otro en cesación de pagos.
La anhelada solidaridad con el socio mayor en el Mercosur quedó diluida en una vaga alusión a preservar el crecimiento económico de los dos países. Fue clara, en cambio, la cláusula propuesta por el presidente Lula en el sentido de que, dentro de los gastos del Estado, no se computaran las inversiones para obra pública.
Cancelado también el banquete previsto por el gobierno local para celebrar entre ambas delegaciones el término de la reunión, el presidente Kirchner y señora almorzaron en un restaurante de Río de Janeiro.
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"Informe
(2003) Argentina con Lupa" El
periodista Horacio
Daniel Rodríguez (Daniel Lupa) edita semanalmente el "Informe
(2003) Argentina con Lupa",
newsletters destinado al suministro de información clasificada y análisis
de la situación politica Argentina y de los países limítrofes,
comprendiendo referencias al Mercosur, Bolivia, Chile y Perú. Es
un intento de suministrar información no difundida en forma publica y
convencional, acompañado cuando las circunstancias lo aconsejan de
documentos inéditos. Suma, además, la posibilidad de acceder a una
base de datos compuesta por referencias cronológicas publicas -
limitadas a los años 1989/98 - de más de 8.600 personas (politicos.
sindicalistas, empresarios, etcétera) y mas de 4.800 temas politicos,
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(2003) Argentina con Lupa" se difunde mediante Fax en territorio
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