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Tuvimos dudas ante la fecha Patria, pero finalmente nos decidimos a referirnos al tema. Aparentemente es solo otro acto despreciable más y hasta ridículo del diario Página 12, siempre encerrado en su suerte de escafandra ideológica y practicante de un periodismo por demás amarillo. Hasta ahí no merecería atención alguna.

Pero no podemos obviar que su dirección es parte integrante del gobierno nacional, tampoco que jamás podría haber realizado esta indigna operación de prensa sin contar con su aprobación e informaciones oficiales ágiles y oportunas en el tiempo. Aquí no ha habido una paranoia del presidente, aquí sin duda hubo una deliberada acción, aunque esta sea paranoica en sí misma. Y esto no debemos silenciarlo, es el grave y constante trasfondo desde que asumió hace hoy un año este ineficaz gobierno, eterno militante y activista, y nada más.

Porque esta operación de prensa falaz y absurda constituye una nueva ofensa y agravio a las FFAA de la Patria, esa Patria que hoy homenajeamos, ofensa aun más grave al provenir del mismo gobierno al cual deben subordinación y obediencia.

Porque como bien expresó hace tiempo en el Congreso un diputado radical , hoy socialista: "No pueden existir Fuerzas Armadas sin Nación.... pero tampoco Nación sin Fuerzas Armadas" (Diario de Sesiones)

Posiblemente algunos participantes han sido usados y así también agraviados, incluyendo quizás al mismo ministro de Defensa y los dos altos jefes militares que lo acompañaron durante la casi cómica irrupción en una comida de amigos informada al detalle y autorizada con semanas de anticipación.

Brindaremos un resumen de las falaces afirmaciones del diario del ex terrorista Verbitsky y como contrapartidas las informaciones que las destruyen expresando la simple verdad, por parte del resto de la prensa escrita. Hasta Clarín tuvo vergüenza y al menos calló sobre esto.

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"Principales dichos del diario oficialista P 12"

por Prensa Independiente

Afirmaciones más falaces hechas en sendas entregas los días 23, 24 y 25 de mayo del 2004, con las firmas de Horacio Verbitsky y Martín Granovsky. En otro contexto hasta risibles por lo absurdo.

* 23 Mayo de 2004, Verbitsky, conspiradores con la cuchara en la mano.

* Por orden de Kirchner y sin previo aviso, Pampuro llegó con dos generales al Regimiento de Patricios, donde un solo general en actividad y muchos retirados comían con políticos menemistas, alfonsinistas, nacionalistas y empresarios. (no había tal general en actividad, lo cual tampoco hubiera ilegal ni una falta)

* Chretien, ante la sorpresa general introdujo a su acompañante: "Señores, el ministro de Defensa". El silencio era insoportable. (falso, no hubo tal presentación, nadie se calló en las mesas, lo vieron entrar y pensaron que venia a saludar a los otros ex colegas)

* Los recién llegados se repartieron la tarea de identificar a los asistentes (falso, ya tenían desde hacia diez días la lista de los presentes y la tenía la guardia de entrada. Se sentaron, tomaron una copa y en minutos de fueron)

* Sólo detectaron a un general en actividad, Francisco José Goris (falso, no estaba Goris).

* Un traficante de armas intentó escabullirse de la vista (falso, nadie intento nada, siguieron comiendo el rico locro).

* Como dueño de casa oficiaba el general Ernesto Juan Bossi, quien convoca desde la mutual militar (falso, Bossi reúne a sus amigos en forma privada y desde muchos años antes de presidir la SMSV)

* Luego de esto Verbitsky hace una larga serie de furibundos ataques contra la Cámara de Casación y la Iglesia Católica Argentina. (instituciones por demás ajenas al locro tema de su disparatada nota. Una especie de aderezo mediático al engendro que escribe).

* 24 Mayo de 2004, Martín Granovsky, el general Reimundes fue el articulador de la cena de Patricios (falso, no organizó nada ni estuvo allí en ningún momento)

* La cena clandestina en el Regimiento de Patricios... Estamos reconstruyendo la lista completa e investigando qué fue a hacer cada uno de los que participaron", dijo el funcionario consultado por este diario (falso, estaba anunciada y entregada la lista de comensales desde hacia semanas. ¿qué hacían? ... comían locro!)

Una de los mayores interrogantes es qué hacía en la cena Miguel Iribarne, uno de los directivos de M.A.Bank, Mercado Abierto... (Falso, era otro Iribarne, nada que ver; fue es Miguel Ángel Iribarne, profesor de la Universidad Católica, viejo amigo de Bossi y sin vinculación ni de parentesco con su homónimo, el financista.)

* 25 Mayo de 2004, Martín Granovsky, el presidente prohibió a Bendini el uso de quinchos del ejército para cenas secretas (falso, solo le ordenó que le avisen cada vez que se realiza una reunión. ¿Komisario político?)

* Pampuro minimizó la cena: "El Presidente me preguntó si yo estaba en conocimiento de una cena que se estaba desarrollando en el Regimiento de Patricios. yo le dije que no, porque a mí en ese momento no me habían informado de esa cena. Le pedí al general (Mario) Chretien, que es subjefe del Ejército, que me acompañara. Llegué a las 10 o 10 y media de la noche. Ingresé y me encontré con mucha gente conocida y compartí allí un tiempo con ellos. El argumento que se me dio a mí era la celebración del 25 de mayo. No vi en esto ningún elemento extraño, pero evidentemente esto ha generado suspicacias". (Posiblemente Pampuro diga la verdad y fue usado, pero el presidente debía conocer todo y parecería haberse prestado a la operación de prensa, no es creíble lo contrario en este gobierno tan peculiar y por su relación con Verbitsky.)

El segundo ministro que habló fue el de Interior, Aníbal Fernández. "Yo conocía la existencia de esa cena", dijo. (Muy bien Fernández, felicitado; y además de él todo el ejército y los medios políticos saben desde hace años de estas cenas)

* En rigor Reimundes recibió a cada uno de los invitados y compartió con ellos el primer tramo, porque después se fue. (Falso, Reimundes no recibió a nadie porque no estuvo siquiera; estaba en otro lugar alejado de allí en reunión familiar)

* Bendini tomó ayer una decisión. Citará a Bossi para que brinde explicaciones (falso y ridículo, Bendini no solo sabía de la reunión, fue invitado por Bossi personalmente, agradeció y se excusó por su otro compromiso oficial con el Jefe del Ejército francés en Granaderos)

Respecto a la mayoría de los participantes, efectivamente ellos estaban y nada menos

¡ Que comiendo locro... horror de lesa gilipollada!

 

Y parece que dadas sus diferentes fuerzas y las diversidades políticas allí expresadas, todos menos izquierdas y kirchnerismo, eso indicaría una TRANVERSALIDAD que en nada agrada al gobierno. ¡ Pero.. que se le va a hacer... eso es la democracia, vio vecino!

 

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Infobae - 25 de mayo de 2004

El evento se realiza desde 1988

"La conspiración más larga de la historia argentina"

Afirman que el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini, estaba al tanto de la cena que congregó a 70 invitados, entre militares, políticos y periodistas, la semana pasada, en el Regimiento de Patricios. El ministro de Defensa se hizo presente en el lugar

José Pampuro: "No creo que haya habido conspiración alguna"

Si como dejó trascender el Gobierno, el jueves pasado la reunión de unas 70 personas en el Regimiento de Patricios tiene un tufillo a conspiración antidemocrática, se trata de la intriga más larga de la historia ya que ese tipo de encuentros, según recuerdan los organizadores, se realiza desde 1988, dos o tres veces al año.

Y han participado de aquellos asados o locros ministros, secretarios de Estado, dirigentes políticos, camaristas, jueces, fiscales, militares en actividad y en retiro (democráticos y ex represores, mezclados como si nada) y periodistas.

La "cena clandestina", tal como se la denominó, estaba en conocimiento del jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini. El histórico organizador de estos encuentros, general de División Ernesto Bossi, ya retirado y a cargo de la Sociedad Militar Seguros de Vida, lo invitó a Bendini diez días antes y el lunes 17 hasta entregó la lista de invitados.

"Mi general, eso no hace falta...", habría sido la respuesta de Bendini, quien conoce y suele recurrir a los consejos de Bossi.

Bendini se excusó de asistir porque tenía que estar presente en una ceremonia con un militar francés, en el Regimiento de Granaderos, a pocas cuadras de Patricios. También estaba invitado el jefe de Inteligencia del Ejército, coronel mayor Mauricio Jorge Fernández Funes, pero el militar también tenía agendado otro compromiso.

La historia oficial dice que el presidente Néstor Kirchner llamó el mismo jueves al ministro de Defensa, José Pampuro, y le ordenó que se diera una vuelta por el Regimiento de Patricios. Pampuro, acompañado por el subjefe del Ejército, general de División Mario Chretien, se hizo anunciar y fue recibido por el jefe del Regimiento, teniente coronel Carlos María Marturet, y por Bossi.

"No lo esperábamos, pero bienvenido...", dijo Bossi y luego, junto a Chretien, evacuó algunas dudas del ministro, según relataron fuentes que presenciaron la escena. "¿Y ahora qué hago, dónde me siento?", habría preguntado Pampuro.

Los militares lo introdujeron en el salón y, efectivamente, el silencio ganó la sala, pero duró unos instantes ya que Pampuro se abrazó con algunos conocidos, civiles y militares, y finalmente aterrizó en la mesa de los ex ministros radicales Horacio Jaunarena (Defensa) y Enrique Nosiglia (Interior).

Hoy, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, lo explicó así en Radio 10: "Pampuro fue desconociendo a qué iba, cayó como peludo de regalo a una reunión que, si usted la hace en el quincho de su casa, tiene otro valor que si la hace en el Regimiento de Patricios".

También planteó que el Gobierno no va a aceptar ninguna acción que pudiera poner en riesgo las instituciones de la República. "Si no se reúnen para eso, bienvenido sea y si no, sí hay un Gobierno que está dispuesto a tomar todas las medidas del caso para que no suceda", agregó.

El ministro, ya lanzado, indicó que "esta Argentina ha aprendido lo suficiente como para imaginarse que algunos pocos ilustrados de esa característica se den el lujo de asestarle un golpe a la Argentina, que está tratando de nacer definitivamente de ese fuego y de esas cenizas a la

que la habían llevado".

La difusión de la teoría conspirativa que maneja el Gobierno coincide con el aniversario del descabezamiento de la cúpula militar que acompañó a los ex presidentes Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde, lo que le costó la carrera a una veintena de generales y permitió la designación de Bendini al frente del Ejército.

Uno de esos militares pasados a retiro es el general Daniel Reimundes, señalado hoy como el "articulador" de la conflictiva cena de Patricios. "Yo ni siquiera estuve", habría dicho Reimundes. Este militar, en rigor, parece ser uno de los blancos preferidos del Gobierno, junto al ex jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni, cuando es hora de encontrar conspiraciones.

Pero los informantes del Gobierno metieron la pata hasta el cuadril cuando revelaron que en el Regimiento de Patricios estuvo Miguel Iribarne, ex directivo de una entidad financiera investigada en EE.UU. por lavado de dinero. Esa supuesta presencia disparó las especulaciones y los recuerdos de sus vinculaciones con un cartel de la droga y hasta con Palito Ortega. El que estuvo en la cena, en realidad, es Miguel Ángel Iribarne, profesor de la Universidad Católica, viejo amigo de Bossi y sin vinculación ni de parentesco con su homónimo, el financista.

Con la difusión de los entretelones de la cena en cuestión, el Gobierno pareció encontrar un nuevo "foco antidemocrático" contra el que combatir y mostrar que, duro entre los duros, no lo van asustar así nomás con esas comilonas que, claro, conoce todo el mundo pero ya era hora de sacarlas a la luz.

Y como daño colateral, se frustró también la ambición del jefe del Regimiento de Patricios, quien el jueves a la noche hacía cálculos y sonreía feliz: el alquiler del salón le permitiría, en breve, cambiar la deteriorada vajilla.

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El jefe del Ejército estuvo una media hora con el presidente Néstor Kirchner, de quien se llevó la orden de informar en adelante al ministro de Defensa, José Pampuro, cada vez que se planee un encuentro con esas características en cualquier unidad militar consignaron las agencias DyN y Telam.

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"Bendini estuvo en la Casa Rosada y explicó la razón de una cena"

Roberto Bendini, debió trasladarse anoche a la Casa Rosada para dar explicaciones por la cena que un grupo de militares retirados, empresarios y dirigentes políticos mantuvieron días atrás en el Regimiento de Patricios. El alto oficial dialogó, durante media hora, con el presidente Kirchner, a quien comentó que él estaba al tanto del encuentro. Igualmente, se llevó la orden de informar en adelante al ministro de Defensa, José Pampuro, cada vez que se planee un ágape con esas características.

Pampuro, mientras tanto, dijo que no observó cuestiones extrañas durante la comida.

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Pasará a la historia la tontería mayúscula que el Gobierno le obligó a escribir al diario Página/12, y a la que se sumó algún ministro del Ejecutivo Nacional.

Hay algo que ya es evidente para todos los políticos y periodistas: Aníbal Fernández no tiene trabajo en el vaciado Ministerio del Interior. Aníbal holgazanea todo el día, se aburre y, entonces, decide divertirse / divertir al Presidente, con sus burradas.

Fernández no logra encontrar su rol en el Gobierno, excepto el de hacer de bufón. Siempre intenta sorprender con una estupidez mayor que nadie, devenido en un Armando Gostanián o algo semejante de Néstor Kirchner.

Hoy, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, le dijo a Radio 10 acerca del publicitado asado en el Regimiento de Patricios: "Pampuro fue desconociendo a qué iba, cayó como peludo de regalo a una reunión que, si usted la hace en el quincho de su casa, tiene otro valor que si la hace en el Regimiento de Patricios".

Es probable que el ministro de Defensa, José Pampuro, no estuviera al tanto de lo que ocurría en Patricios, pero eso proviene de otros motivos: el general Roberto Bendini no le había informado de la autorización que había brindado al ágape, y Pampuro es un un recurso humano poco calificado en un Gobierno de escasos recursos humanos.

Lo que sorprende es cómo Horacio Verbitsky ha prestado su pluma a tremenda felonía, sólo comparable a cuando Raúl Alfonsín obligó a la agencia Diarios y Noticias a inventar un cable sobre un supuesto complot, que inició la salida del fundador de la agencia, Horacio Tato, y en parte su posterior suicidio.

Verbitsky ha hecho el ridículo de forma increíble, provocando comentarios diversos en las mesas de la gente más informada de la Ciudad de Buenos Aires, en general con alusiones a cuando el perro pierde el olfato, probablemente porque a Verbitsky lo apodan el Perro.

En cuanto a Martín Granovsky, el jefe de Redacción de Página/12, ha cometido tantos errores mencionando personajes que en las próximas horas recibirá más de una carta-documento intimándolo a retractarse, comenzando por una persona de quien dijo que estuvo vinculado al cártel de Juárez mexicano, y se equivocó: no se trata de la persona que él cree, sólo tiene el mismo apellido.

Pero Verbitsky y Granovsky son periodistas. Aníbal Fernández es un funcionario. No tiene respeto a otros ministros del Interior que lucieron decoro, eficiencia y alto vuelo político. Por ejemplo, un Arturo Mor Roig, que de conocer a Aníbal Fernández probablemente le hubiera ofrecido una vacante en el servicio gastronómico de la Casa Rosada.

De todo lo ocurrido con el falso complot, lo que preocupa es descubrir un Gobierno que anhela un acontecimiento que le permita escarmentar a sus adversarios, y que además ni siquiera se toma el trabajo de informarse con cierta precisión antes de actuar.

Es de una irresponsabilidad notable la conducta del Presidente y sólo obliga a temer que tome otras decisiones semejantes.

En esta precariedad se explica cómo es que sorprendió al Gobierno la crisis energética; cómo es que casi han aislado a la Argentina del resto de la región; cómo es que denuncian y luego piden favores a diversas empresas.

En cuanto a Fernández, comienza a resultar una suerte de Groucho Marx versión K (le faltan los lentes, es verdad). Ha iniciado un camino sin retorno hacia el ridículo, algo terrible para un hombre tan ambicioso y tan pagado de sí mismo.

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