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Índice de la fecha

1 - Otra vez la falsa zaga de los lápices - Editorial: "La mentira como sistema", por Prensa Independiente.

2 - Conceptos que hemos olvidado y así nos va - Una plataforma política en breves frases: "Palabras de Abraham  Lincoln".

3 - Publicado en ´Respublica´: "El umbral del acuerdo: la república constitucional", por Guillermo Lascano Quintana.

4 - Lo bueno si breve ... - Publicado en ´Sinemetu´: "Ley de Presupuesto".

5 - De ´Fundación Atlas´: "Enarsa: Una ley ilegal o inconstitucional?" por Gustavo A. Küpfer.

6 - La Nueva Provincia - Editorial: "Discutible", ...la Corte ha decidido legislar en el caso.

7 - De ´El disidente´: "Concreción de la tiranía y una de sus seguras consecuencias", por Néstor Nicolás Gómez.... han desbaratado al Estado de Derecho.

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1 – Activistas de la izquierda revolucionaria, expertos fabuladores,

otra vez la zaga de los lápices

Editorial:

“La mentira como sistema”

La usan desde hace décadas para militar, mienten impávidamente,

es la principal herramienta de este seudo gobierno ´virtual encuestador´,

solo hábil en efectos especiales, en lugar de gobernar

por Prensa Independiente

No importa la realidad, solo les interesa la ´verdad instalada´ en la sociedad.

El tema pasa por poseer dinero suficiente, apoyos políticos por ideología o conveniencia, periodismo complaciente o camarada de ruta, finalmente una total falta de escrúpulos morales; desde esa inmorales bases nuestra ex izquierda revolucionaria es aceptablemente hábil para manipular a las masas.

El otro ingrediente clave es el mismo blanco de esa manipulación, esta hoy más masa que ciudadanía que en general somos, una sociedad por demás propensa a ser engañada, en gran parte deseducada y desinformada, vulnerable por resentida y confundida.

Ayer vivimos la repetición gastada de un viejo show, de una mentira flagrante instalada luego de años repitiéndola, del falso libreto de cine llamado la  "Noche de los lápices", llevado ante el público como reemplazo de la realidad; lo peor, apuntando expresamente a engañar y desde allí adoctrinar a nuestros actuales estudiantes de nivel secundario.

Tuvimos la usual comedia con los habituales actores: algunos militantes de pretendidos derechos de los humanos, unos pocos activista estudiantiles y - ¿porque no? - puñados de piqueteros pagos,  todos simularon festejar un nuevo aniversario de algo que jamás ocurrió en la realidad.  Algo así como la infinitesimal parte de lo que espontáneamente moviliza sin aparatos ni dineros el Señor Blumberg; pero eso es otra historia para otro día.

Concurrieron los sellos de goma que ´giran políticamente´ y se repiten a sí mismos como ¨abuelas, madres hijos, centros, asambleas, movimientos o barrios .....¨, con mucho ruido y poca, muy poca gente; los movileros cómplices o simplemente cobardes los filmaban bien de cerca, no sea cosa que las televidentes apreciaran la patética orfandad de público concurrente, ¡faltaría más!

Uno de los actos lo protagonizó el mayor mentiroso a sueldo, Pablo Díaz, presentado en sociedad con el disfraz de  ¨único sobreviviente” de la jornada de septiembre de 1976 en la que fueron detenidos y desaparecieron seis jóvenes platenses que, como ellos mismos confiesan,  integraban la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Según la mentirosa trama, los malvados militares los apresaron por hacer reclamos de estudiantiles boletos. Ocultan la simple realidad, tan diferente a este ridículo cuento.

La verdad es que esa marcha de miles de estudiantes por tal boleto fue un año antes, en 1975, en el gobierno peronista aun gobernante, fue pacifica y sin otras consecuencias.

La verdad es que los detenidos en 1976 lo fueron por pertenecer a la organización terrorista Montoneros, de la cual eran activos miembros clandestinos vía al ámbito UES encuadrado en esa organización, ámbito por demás ajeno a la vieja y cuestionada  UES anterior a 1955, de la cual solo imitaban el nombre como herramienta de captación de jóvenes estudiantes de 17 o 18 años para las filas del terrorismo.

La verdad es que Pablo Días miente a sabiendas de que no fue el único sobreviviente. Lo ha aclarado hace pocos años en Página 12 y Clarín, nada menos, la también sobreviviente de ese episodio Emilce Moller residente en Mar del Plata; ella declaró que son en total cinco los capturados sobrevivientes de esas acciones, liberados en pocos días.

Y sobretodo desmintió indignada el cuento del boleto - valga la redundancia – estudiantil, aclaró orgullosa que cayeron por ser miembros de Montoneros vía la UES.

Sobran más comentarios, la verdad es única, no caben verdades distintas de un mismo hecho, solo las interpretaciones desde allí hechas podrán ser diferentes.

Prensa Independiente

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2 – Conceptos que hemos olvidado y así nos va

Una plataforma política en breves frases

“Palabras de Abraham  Lincoln” 

La propiedad es el fruto del trabajo; la propiedad es deseable, es un bien positivo en el mundo.

Que alguien sea rico, muestra que otros también pueden hacerse ricos, y es por esto un estimulo para la industria y la empresa.

No dejéis que aquel que no posee una casa, destruya, la casa de otro, sino dejadlo que trabaje con diligencia y que construya  una propia, asegurando así, como un ejemplo, que la suya no esta expuesta a violencia cuando este construida.

No se puede lograr prosperidad desalentando una economía prudente.

No se puede fortalecer a los débiles debilitando a los fuertes.

No se puede ayudar al asalariado, restringiendo al patrono.

No se puede llevar adelante la hermandad del hombre, alentando el odio de las clases.

No se puede ayudar a los pobres destruyendo a los ricos.

No se puede establecer una economía sana con empréstitos.

No se puede evitar una calamidad, gastando más de lo que se gana.

No se puede forjar carácter y valentía, quitando al hombre su iniciativa e independencia.

No se puede ayudar al hombre permanentemente, haciendo por el lo que el pudiera y debiera hacer por si mismo.

 Abraham  Lincoln  -  1848

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3 – Publicado en ¨Respublica org”

www.respublica.org.ar  ---  [email protected]

“El umbral del acuerdo: la república constitucional”

por Guillermo Lascano Quintana

Ya ha comenzado la competencia electoral para las elecciones legislativas del año próximo. Se perfilan los posibles contendientes, se preparan los discursos, se elaboran tácticas y estrategias. Se movilizan estructuras partidarias, pero también aquellas otras que representan intereses de sectores. Se acude a la prensa y ésta analiza, desmenuza, pronostica.

Sin embargo aún no se han definido ni las propuestas ni los nombres de actores de esta nueva prueba del sistema institucional de una república democrática, representativa y federal.

Por su parte el gobierno nacional, cuyo Poder Ejecutivo es ejercido por un ciudadano y ministros que lo secundan, se afana en señalar e intentar poner de manifiesto, que no existe una oposición. Si esto fuera verdad tampoco existe una estructura oficialista que sostenga las ideas y acciones del titular del Ejecutivo.

Todo lo que el gobierno hace es puro ejercicio del poder político que detenta, con la impronta de los hechos consumados (reestatización de servicios públicos, creación de nuevas empresas estatales de objetivos y fines indefinidos, otorgamiento de “personería” política a bandas de forajidos u organizaciones con propósitos disolventes, tergiversación de la historia, etc.)

Todo ello es posible porque la república no funciona como debería hacerlo, ya que sus instituciones y principios han quedado borrados por los hechos. El Congreso es una farsa siniestra y los jueces marionetas. Aquel sometido a las presiones del Ejecutivo (quien ejerce una verdadera dictadura financiera respecto de las Provincias) o soslayada su intervención con bandos (decretos de necesidad y urgencia); estos, subyugados por los vientos “progresistas” o sojuzgados por presiones intolerables, innobles e ilegales (juicio a integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación).

En fin, la Constitución y las leyes son papel pintado, no sólo en el orden nacional; también en muchos órdenes provinciales, con modernos señores feudales que gobiernan por plazos indefinidos, no rinden cuentas de sus actos ni se hacen responsables de ellos o de sus consecuencias.

Desnudadas las estructuras que habitualmente utilizamos para analizar lo que se nos presenta como realidad, la descripción hecha hasta aquí es el doloroso y dramático presente de la República Argentina. Ello en el orden interno.

En el internacional hay todavía circunstancias aún mas graves, porque exceden nuestras posibilidades de control: el enfrentamiento, estéril e innecesario con los Estados Unidos de América y con nuestros vecinos, nuestra calidad de parias en el sistema financiero mundial, enfrentados con acreedores con sus derechos vulnerados, los coqueteos con Castro y Chavez, por citar sólo algunos de los desaguisados de la política exterior del gobierno.

Frente a este panorama hay que proclamar a voz en cuello, sin amedrentarse, que si existe una oposición, que está encarnada en los millones de habitantes, hartos de tanta mentira y de la fuerza de los hechos, que se presentan como inevitables y sustentados en ideas que lo único que han logrado es fracasos, dolor y atraso.

Esa oposición, sin embargo, por ahora es sólo el sordo grito de los disconformes con este estado de cosas. Debe estructurarse y presentar políticas distintas para ser sometidas al escrutinio de la ciudadanía.

Es en este punto en el que hay que detenerse, pensar y hacer acuerdos fundamentales, que vuelvan las cosas a su quicio.

Este quicio está dado por la Constitución y las leyes. Hay que respetarlas a rajatabla.

Los principios, enunciados hace ya mucho tiempo, pueden resumirse en la garantía de los derechos individuales (libertad, propiedad, debido proceso), división de poderes, idoneidad para el ejercicio de cargos públicos, publicidad de los actos de gobierno, imposición de tributos por voluntad de los representantes del pueblo, periodicidad de los mandatos de gobierno, responsabilidad pública por su ejercicio, defensa del sistema republicano, democrático, representativo y federal.

El gobierno no respeta ese plexo jurídico, como ha quedado demostrado. Tampoco lo hacen muchos partidos políticos u organizaciones intermedias.

En las próximas elecciones está en juego el comienzo de un nuevo ciclo para la Argentina: el de el irrestricto respeto al orden legal establecido y sistemáticamente violado.

Del lado del gobierno estarán quienes prefieran continuar con esa situación de anomia. De lado de la oposición los que levanten las banderas de la Constitución y las leyes, que mandan que la nuestra es una república constitucional. Si estos ganan esa batalla, todos ganaremos la guerra contra la barbarie que nos quieren imponer los trasnochados advenedizos que hoy detentan, formalmente, el gobierno. A partir de ese punto de inflexión podremos discutir, civilizadamente, las diversas alternativas serias que se les presentan a los pueblos, para ser Nación, que albergue a todos.

En otras palabras hay que aunar a todos los argentinos que comulguen con la ley y derrotar a quienes confían en la fuerza.

Guillermo Lascano Quintana

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4 – Lo bueno si breve dos veces bueno (Gracián) ….

Publicado en www.sinemetu.com.ar 15/9/2004:

“Ley de Presupuesto”

Alfonsín emitió y gastó...

Menem se endeudó y gastó...

Duhalde confiscó y gastó...

Kirchner no paga y gasta...

¡PAREN DE GASTAR!

www.sinemetu.com.ar/blog.htm

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5 – De “Fundación Atlas”

“Enarsa: Una ley ilegal o inconstitucional?”

por Gustavo A. Küpfer

Como en el cuento de la oca, la Argentina siempre vuelve al principio. Hemos logrado, contra todo pronostico, modificar el comportamiento pendular, en uno circular. Los ciclos en la Argentina, no muestran una traslación en el plano. Son circulares. No avanzamos, sino que buscamos volver y volver.

Nuestra economía, en los pasados 70 años, ha crecido menos que la de cualquier país sub-sahariano. Pero tenemos muchas razones para explicar esto. Salvo cuando tenemos que explicarle a un hijo, en la escalera del avión al emigrar.

Hoy nos encontramos que la década de los 90’s, ha sido la “década perdida” (habrá sido el siglo XX el que se perdió?). Y en el 2010, seguramente, esta lo será. Pero vayamos al 2004. El seguramente bien intencionado ministro de Infraestructura De Vido, ha propuesto la creación de una empresa nacional de energía, para poder así asegurar que el mercado no obtenga una renta exagerada y dicho sea de paso, realizar aquellas actividades que los privados no acometen, por ser extremadamente riesgosas o no rentables. Entonces, volvemos a estatizar actividades.

Dicho así, hasta parece que no hay mejor proyecto que el del ministro. Ahora analicemos un poco, de que se trata:

a)      Desde el punto de visto político, este gobierno vuelve a levantar argumentos que no resisten la menor de las brisas. Las inversiones necesarias para explorar y explotar los yacimientos, no sólo se miden en millones de dólares, sino que los riesgos, aún con la tecnología actual, son altísimos. Por lo que las utilidades, no se miden desde el punto de vista de los costos de perforación y explotación de un pozo, sino que hay que sumar todos aquellos que aún cuando fueron perforados, no resultaron exitosos. Este concepto no es menor a la hora de desarrollar una empresa de energía que focalizará su actividad en el gas y el petróleo.

b)      Respecto de las tareas que los privados no realizan, atento su excesivo riesgo o su nula utilidad, debemos dejar en claro, que todos los costos derivados de estas actividades, no serán solventados por el Sr. de Vido, ni por accionistas privados, sino por todos nosotros. Ahora, dudo que si ocurriera que el resultado de la gestión fuera positivo, será política de estado el bajar la carga impositiva. Tiendo a pensar que muy probablemente, usarán esos fondos para hacer política. Perdón, quiero decir políticas activas.

Hasta aquí, el desacuerdo es conceptual, aunque para nada menor. Pero como vivimos en un país, donde la mayoría hegemónica se siente dueña, entonces asumamos que este hijo de De Vido saldrá. Veamos como:

1. Las actividades que se prevén para esta nueva compañía (ya podemos llamarla por su nombre: ENARSA), será la suma de la integración vertical total. En otras palabras, “por sí, por intermedio de terceros o asociada a terceros, el estudio, exploración y explotación de los Yacimientos de Hidrocarburos sólidos, líquidos y/o gaseosos, el transporte, el almacenaje, la distribución, la comercialización e industrialización de estos productos y sus derivados directos e indirectos, así como de la prestación del. servicio público de transporte y distribución de gas natural, a cuyo efecto podrá elaborarlos, procesarlos, refinarlos, comprarlos, venderlos, permutarlos, importarlos, o exportarlos y realizar cualquier otra operación complementaria de su actividad industrial y comercial o que  resulte necesaria para facilitar la consecución de su objeto...” (sic) y “por sí, por intermedio de terceros  0 asociada a terceros, generar, transportar, distribuir y comercializar energía eléctrica. La Sociedad podrá realizar actividades de comercio vinculadas con bienes energéticos y desarrollar cualquiera de las actividades previstas en su objeto, tanto en el país como en el extranjero...”(sic). A efectos de simplificar, diré que esto va en contra de los marcos regulatorios que el propio Honorable Congreso de la Nación definió para la energía eléctrica (ley 24.065) y para el gas (ley 24.076). En estos marcos, se segmentaban las actividades en tres (producción, transporte y distribución) y se prohibían de manera explicita la posibilidad de participar en más de uno de ellos. Como vemos, lo que es bueno para los privados, no lo es para el estado.

2. Enarsa se crea bajo el régimen del capítulo II, sección V de la ley de sociedades (19.550), aunque se ha intentado explicar que será una empresa del estado. Pues esto es una atroz mentira. Bajo la sección V, Enarsa es una empresa privada y ninguna de los controles o regulaciones de una empresas estatal, le alcanzan. Veamos esto en torno a las posibilidades de contratar, comprar o asociarse, sin ningún proceso administrativo que permita el control desde los órganos del estado. Esto nos lleva a que Enarsa, no estará obligada a respetar la Ley sobre Contrataciones, ni la Ley de Contabilidad de Empresas Públicas ni siquiera la Ley de Administración Pública. O sea, ni la SIGEN ni la Auditoria General de la Nación, podrán poner la lupa sobre los actos que en nombre de Enarsa, sus funcionarios realicen.

3. Considerando al punto anterior, ya pareciera que no es necesario argumentar más, para intentar modificar al menos, el encuadre legal. Pero hay más. El Sr. De Vido, nos dice que “el capital inicial será mínimo”, atento que sólo contará con 25 funcionarios. Si esto fuera cierto (y porque no creerle al ministro, salvo que no queramos creerle nada), entonces estamos ante el contratista más formidable en el territorio nacional. Sólo por un momento, imaginemos lo que podría un contratista como Enarsa hacer, disponiendo de los recursos que el estado le brindará, la independencia de gestión, por ser empresa privada y eso sumado que tendrá oportunidad de participar en todo el proceso productivo y comercial, a total discrecionalidad de los funcionarios nombrados quienes dependerían del Poder Ejecutivo. Si a alguien sin pasado setentista, se le ocurriera este engendro, dirían que se esta construyendo una “caja” para la corrupción tan grande, que hasta Yaciretá, parecerá un juego de niños. Pero nosotros no vamos a pensar así (o si?)

4. Si bien podría enumerar una docena de puntos más, marcaré lo que considero la frutilla. En el articulo segundo del proyecto de ley aprobado en el Senado, dice: “tendrá la titularidad de los permisos de exploración y de las concesiones de explotación sobre la totalidad de las áreas marítimas nacionales que no se encuentren sujetas a tales permisos o concesiones, a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley...” Pues habría que recordarle a los Sres. Senadores, que desde la reforma constitucional de 1994, en el art. 124, da explícitamente a las provincias (que se supone ellos representan), “el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio...” (sic). Entendiendo que la prolongación de los territorios provinciales sobre la plataforma marítima argentina, son parte del territorio de cada provincia, esta ley, ya no sólo va contra todo el sistema legal administrativo, sino que se enfrenta a la Constitución Nacional.

Debemos reconocer que no es fácil pergeñar una ley que sea tal ilegal como la que se pretende para crear a Enarsa. Ni tan inconstitucional.

El autor es economista, investigador asociado de Fundación Atlas, miembro de la Junta Ejecutiva de la Ciudad de Buenos Aires y Presidente de la Junta de Sección 28 (Saavedra), de Recrear. Las opiniones y juicios incluidos en el presente, son de exclusiva responsabilidad del autor.

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6 – ¿Que tipo de legalidad republicana estamos ahora viviendo...?

La Nueva Provincia - Bahía Blanca - República Argentina  - 16 de Setiembre de 2004

Editorial:

“Discutible”

Al fijar topes indemnizatorios para los despidos de los altos funcionarios de las empresas, la Suprema Corte complica aún más el dificilísimo paisaje laboral. Si la Corte advirtió que las leyes que regían estos casos son inconstitucionales debía decirlo, e inducir al Congreso a dictar una nueva norma. Pero la Corte ha decidido legislar en el caso.

Si se tiene en cuenta que ya el Senado juzga (al condenar a los jueces de la propia Corte, a causa de sus fallos, aun sin poder probarles inconducta) y que el Poder Ejecutivo ya legisla y además juzga (al anular leyes de amnistía e indultos previos), vale la pena preguntarse en qué tipo de legalidad republicana estamos ahora viviendo y cuál es el sistema de frenos y contrapesos que nos rige.

En el caso específico que nos ocupa, el substrato del fallo de la Corte supone que la plantilla laboral de una firma debe permanecer intacta, y no modificarse nunca, una aspiración de inamovilidad que sólo alcanzó el mandarinato chino, tan evocado en las fantasías de Borges.

Pero la actividad económica no es un continuo sino un flujo, que se achica y se agranda al ritmo de las cambiantes circunstancias. Y en las circunstancias, las empresas deben achicarse o agrandarse, para lo cual deben tener una razonable facultad de contratar o despedir.

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7 – De “El disidente” - Nº 52 - 13 de septiembre del 2004 - Editor, José Benegas

http://www.eldisidente.com

“Concreción de la tiranía y una de sus seguras consecuencias”

por Néstor Nicolás Gómez

           Los integrantes de los actuales poderes del gobierno de la Nación Argentina han obrado de consuno para desbaratar al Estado de Derecho y, tras abjurar de la República constitucional, sustituirla por un régimen tiránico.

           ¡Y lo han logrado!

Tamaña iniquidad fue jalonada y afianzada mediante leyes, decretos y sentencias que se muestran flagrantemente faltos de legalidad constitucional.

Pero el súmmum de esa tiranía, el acto crucialmente definitorio de ella, fue alcanzado el 24 de agosto de 2004, cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación (cinco de sus componentes, contra tres que obraron con acertado rigor) dictó un fallo en la causa Arancibia, según el cual, en el orden de prelación de las normas se relega en materia criminal el principio de la ley anterior al hecho del proceso (Art. 18 de la Constitución Nacional) en favor del predominio de las costumbres internacionales y de los fallos de tribunales ajenos a la Nación.

Todo un pésimo arte de birlibirloque, que nadie que obre sin facción puede aceptar. ¡Si hasta los tratados internacionales que imponen la imprescriptibilidad de ciertas acciones y condenas criminales no admiten la retroactividad que impuso aquel tribunal!

Por tanto, ¡ADIÓS LIBERTADES!: el retroceso hacia los totalitarismos del Siglo XX, en sus máximas expresiones del estalinismo, nazismo y maoísmo, para reducir a prisión a cientos de militares, muchos de ellos que en héroes se constituyeron salvando a la República, y, otros, que, aun delinquiendo con el propósito de acabar con el terrorismo no fueron más perversos, seguramente menos, que los terroristas que resultaron muertos y que los que hoy, vivos, militan en el gobierno, en el ámbito de la política, en las redacciones de las publicaciones impresas, en los medios audiovisuales y, ¡hasta en la Justicia!

Porque es incontrovertible que cada uno de los miembros de una banda terrorista resulta, desde el punto de vista moral y en muchos casos desde la perspectiva legal, tan culpable de los actos criminales que perpetra su organización, como quienes son sus ejecutores.

Los totalitarios mancomunados: vergonzantes estalinistas, neocomunoides, adláteres, individuos que buscan medrar malamente, y también ingenuos y absurdos cómplices, alcanzarán, por tanto y muy pronto, a satisfacer el deseo de venganza que nació de aquella aplastante derrota del terrorismo de los años 70, que pretendió, desde una posición minoritaria y proterva, llegar al poder destituyendo a una presidenta constitucional, como antes quiso hacer con el mismo General Perón, pero que, enfrentado a la acción de las Fuerzas Armadas, cayó por aniquilamiento, (producido por medios legales y otros que, desgraciadamente, fueron espurios), cual había mandado proceder el Gobierno legítimo.

¿Qué cabe, entonces, esperar de este gobierno que en la esfera de sus tres poderes ya ha implantado la tiranía? ¿Acaso el cumplimiento de la garantía de ese mismo derecho conculcado de la libertad personal para los demás adversarios y enemigos y cualquier otra persona? ¡Desde luego que no! Y, por consiguiente, ¿qué grado de credibilidad cabe asignarle respecto de la preservación de las restantes facultades y garantías constitucionales, si ha brindado, en otro orden de situaciones, sobradas pruebas de no ceñirse al ordenamiento legal? ¡Ninguno!

La absoluta inseguridad jurídica que deviene, pues, de un gobierno tiránico, lleva, por lo demás, a consecuencias de grave y penosa índole en todos los aspectos de la vida de un país.

Así, como una de las tantas deplorables resultancias, caerán en la miseria millones de personas que se sumarán a los millones que hoy están sumidos en ella, toda vez que nadie que esté interesado en invertir sus bienes y esfuerzos en la actividad productiva creadora de fuentes de trabajo, lo hará en una nación avasallada y postrada por el despotismo y la tiranía.

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