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Índice de la fecha

1 - Convocatorias ciudadanas: 23 de agosto - Homenaje al coronel Argentino del Valle Larrabure y 26 de agosto - Acto convocado por Juan Carlos Blumberg.

2 - El homenaje de los justos con memoria: "Falleció el Señor  Almirante Armando Lambruschini", por Prensa Independiente.

3 - La Nueva Provincia - Editorial: "Morir de pie".

4 - Cartas de lectores a  La Nación on line : "Carta abierta a los sacerdotes", por la familia Castex.

5 - Cartas de lectores a  La Nación on line: "Piqueteros, seguridad y pueblo", por Ricardo H. Valentini.

6 - Pasando de una república al Gulag - La Nación: "La Corte apoyará los juicios contra militares".

7 - Carta de opinión - "Imprescriptibilidades y prevaricato", por Néstor Nicolás Gómez.

8 - La Nación - Partes de: "Los padres del crespón", por Santiago Kovadloff.

9 - ¿Acto fallido u olvido....?, por Prensa Independiente.

10 - Carta de lectores en La Nación: "Empresas estatales", por Ricardo Santos.

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1 –  Convocatorias ciudadanas

• ·        Homenaje al coronel Argentino del Valle Larrabure:  Día lunes 23 de agosto a las 11 horas de la mañana, en el cementerio de Chacarita frente al Panteón Militar. A veintinueve años del asesinato del héroe y mártir  de nuestro Ejército Argentino, sus familiares invitan a acompañarlos.

• ·        Convocatoria ciudadana de Juan Carlos Blumberg: Día jueves 26 de agosto al atardecer frente al Congreso, desde donde se partirá hacia la Casa de la Provincia de Buenos Aires. La mayoría silenciosa argentina marchará en paz, basta a la violencia, recuperación de la seguridad, cumplimiento de la Constitución y las Leyes, asunción plena de sus responsabilidades elementales  por los representantes del pueblo.

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2 – El homenaje de los justos con memoria

por Prensa Independiente

“Falleció el Señor  Almirante Armando Lambruschini”

Era un Soldado de la Patria, un Marino de Guerra cabal, un caballero en todo aspecto, en la efímera gloria y en la para él  larga adversidad.

Culminando una larga y prestigiosa carrera profesional, afrontó desde 1975 como segundo en el mando de la Armada y luego como su comandante a partir de fines de 1978, las tremendas responsabilidades del mando militar ante las operaciones de combate contra el terrorismo en todo el territorio ordenadas por el presidente interino Italo Luder y continuadas por el gobierno militar, gobierno que sin dudar integró ante el total vacío y descalabro del poder institucional en 1976, como algo transitorio y sin otra meta que la defensa del sistema de vida en libertad republicana, ya que fue siempre notoria su absoluta falta de ambiciones políticas personales o conexiones con sectores políticos partidarios.

Soportó siempre estoica y calladamente los ataques arteros de sus enemigos vencidos y la infidelidad de no pocos miembros de esta sociedad argentina, en parte crédulos bombardeados por propagandas falaces y en parte simples oportunistas.

Afrontó sin quejas y con entereza un falaz juicio histórico, un monumento a la venganza y a la hipocresía política, pretensión absurda de juzgar una guerra con las leyes de la paz y aplicando leyes retroactivamente; lo que es peor, un juicio dispuesto por los mismos políticos que en 1975 le ordenaron hacer la guerra, juicio por ello limitado a los hechos desde 1976 en adelante, porque de lo contrario esos juzgadores hubiera sido los primeros acusados.

Jamás empuñó como defensa la muerte de su hija de 15 años en salvaje atentado, tuvo demasiada dignidad como para mezclar los muertos con la acción política; notoria diferencia con las patéticas y promocionadas personas que todos conocemos.

Hecho poco conocido, a pocos días de la muerte de su hija y habiendo asumido el mando de la Armada, otra fuerza capturó  a casi todos los miembros del grupo comando de Montoneros que asesinó a Paula y le fue ofrecida su entrega a la Armada. El almirante respondió sin dudar un segundo en forma negativa, expresando, lacónicamente como era su estilo, que ningún acto de venganza personal le devolvería su hija a la vida ni contribuiría a su memoria.

Hecho algo más conocido y hasta obvio, pero celosamente ignorado por los medios y por sus ex enemigos trastocados en hipócritas acusadores a partir de 1984:  a fines de 1978 y a pocas semanas del asesinato de su hija, decidió como parte de la ya evidente finalización del terrorismo – reducido a acciones aisladas - como una real guerra,  la puesta en libertad de varios centenares de terroristas prisioneros de la Armada, muchos de alto nivel. Cuando se le hizo notar que de cambiar la situación política entre ellos podrían estar sus eventuales acusadores, tampoco dudo y ordenó tales libertades, diciendo que se podía incluso matar en defensa de la República en una guerra, pero que no ordenaría muertes por hipotéticos peligros personales futuros y que ni aun la tragedia de su hija lo haría actuar en sentido contrario.

Fue así, además de un caballero, un digno ser humano. Como sabemos, varios de los así salvados testimoniaron en su contra en la Causa 13, relatando exageraciones de la realidad e incluso invenciones totales. Marca esto la diferencia entre las estaturas morales de los bandos en pugna, de un lado el brazo armado de la Nación y del otro lo que fue el criminal terrorismo para imponer un régimen totalitario marxista.

Lambruschini era un Soldado, un Marino, un real Almirante, más allá de discutidos fallos judiciales politizados que la historia sin duda cuestionará  severamente.

Hoy, padre e hija están nuevamente juntos. Nuestro ciudadano homenaje a él y a Paula ...

por Prensa Independiente

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3 – La Nueva Provincia - Bahía Blanca - República Argentina  - 18 de Agosto de 2004

Editorial:

“Morir de pie”

Hoy se cumple un nuevo aniversario del asesinato del señor coronel Argentino del Valle Larrabure, cometido el 18 de agosto de 1975. En homenaje a su memoria creímos de rigor transcribir estos versos suyos, que llevan por título "Morir de pie", escritos en cautiverio y sometido a toda clase de torturas por parte de las organizaciones subversivas que hoy reivindica el gobierno nacional.

“Quiero morir como el quebracho, que no entrega su figura de árbol rudo sin exigir el esfuerzo del hachero en prolongadas transpiraciones.

“Quiero morir de pie como el quebracho, que al caer hace un ruido que es un alarido que estremece la tranquilidad del monte.

“Quiero morir de pie, invocando a Dios en mi familia, a la Patria en mi Ejército, a mi pueblo no contaminado con ideas empapadas en la disociación y en la sangre.

“¡Oh Dios misericordioso, te pido humildemente me concedas esta gracia!

“¡Dad a mi espíritu tu protección generosa para que mi vida cese como la serena llama de una vela que se extingue!”

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4 – Cartas de lectores a  La Nación on line - 17 de agosto de 2004

“Carta abierta a los sacerdotes”   

En los últimos años -sólo en Bogotá, Buenos Aires, México o Río de Janeiro- hubo más asesinatos que en Israel y Palestina y más secuestros que en Irak.

Ustedes son los ojos de Dios, la voz de Dios, manos de Dios.

Vean lo que está pasando, digan algo, hagan algo.

No esperen otro secuestro, otro asesinato, otra víctima de su parroquia.

Vivimos angustiados, con miedo. Nos roban, nos secuestran, nos matan.

Hablen con el Presidente, el gobernador, el intendente, el jefe de policía, el fiscal, el juez, el legislador, nadie le niega una cita a un sacerdote.

Cristo echó a los mercaderes del Templo.

Hablen con los mercaderes de la seguridad, a ustedes los van a escuchar.

LES PEDIMOS POR DIOS que levanten la voz.

Familia Castex

[email protected]

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5 – Cartas de lectores a  La Nación on line - 17 de agosto de 2004

Partes de:  “Piqueteros, seguridad y pueblo”   

El día viernes volviendo desde Entre Ríos, tuve la oportunidad de confirmar mis conocimientos sobre las congregaciones callejeras de los piqueteros, y las consecuencias nefastas que para nuestra economía, seguridad, y servicios asistenciales, traen, estas concentraciones.

Mi bautismo sobre el tema, había sido una protesta callejera hecha por los mismos grupos frente al edificio de Tribunales de San Isidro.

En ambos casos, personas que parecían verdugos encapuchados, armados con fuertes garrotes, formaban una pared de arrogancia y demostración de fuerza. Las personas encargadas de nuestra seguridad, policías, empleados municipales de tránsito, custodiaban a estas personas, que impedían la circulación de peatones y vehículos, sin efectuar ninguna acción conducente a permitir el libre transito.

El segundo de mis contactos, fue efectuado en la Avenida Panamericana en su cruce con la ruta 197 dirección al Norte.

Este acto tuvo la misma protección de las fuerzas de seguridad y otros servicios, que cruzaron sus automóviles, impidiendo la circulación de todos los vehículos en dirección al Norte. Formándose un embotellamiento vehicular de una extensión de 2 kms., con personas que debían ir a su trabajo, personas que volvían de los mismos, ambulancias con enfermos que podían ser o no enfermos graves, acompañamientos funerarios, medios de transporte, encajonados en las vías colaterales.

Los conductores sorprendidos retrocedían, algunos marcha atrás y otros tratando de dar vuelta en redondo sobre la ruta, encontrándose con los vehículos que trataban de seguir su circulación normal, lo que produjo un caos infernal en donde los nervios comenzaron a jugar, posibilitando el enfrentamiento entre los conductores.

Cuando el Superior Gobierno de La Nación, nos habla del derecho a protestar, se olvida que en este país no existe un solo tipo de carenciados, sino también existen aquellos que aún con poco dinero en sus bolsillos, tratan de preservar la dignidad de sus empleos y regular sus magros ingresos de la mejor forma posible.

Son éstas, personas los que tendrían tanto o más derecho a la protesta, y no estos grupos organizados políticamente y que ocasionan tantos perjuicios a toda la población.

Se olvida el Señor Presidente que la única forma de salir de esta encrucijada es hacer respetar la ley y elevar la ocupación para tratar de llevar a tener obreros y empleados de todo tipo y no personajes mantenidos por un estipendio indignante que hace que en lugar de estimular la búsqueda de un empleo, los transforme en vagos piqueteros.

La seguridad nacional está en juego, Sr. Presidente trate con medidas firmes y lógicas de evitar la anarquía , que se presiente en este nuestro bendito país.

Es su responsabilidad y la de sus ayudantes encauzarnos para el bien de todos, deben cumplir con sus mandatos sin pensar en acrecentar su poder político.

Ricardo H. Valentini

L.E. 5570942

[email protected]

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6 – De ser esto cierto, estaríamos pasando de una república al Gulag, el fin de toda garantía constitucional y jurídica, con jueces convalidando como marionetas cualquier pretensión del poder político de turno de cada época.

Razones asisten al columnista Adrián Ventura en sus dichos

Aunque sea del caso preguntarnos, de ser cierto este anticipo, como se puede filtrar tan importante información de nada menos que la Suprema Corte de Justicia

La Nación - 19 de agosto de 2004

Inminente fallo en la causa Arancibia Clavel por el asesinato de un general chileno

“La Corte apoyará los juicios contra militares”

El máximo tribunal tiene decidido declarar imprescriptibles los crímenes de lesa humanidad; debate de argumentos. Petracchi, Boggiano, Maqueda, Highton y Zaffaroni votarán en favor de proseguir las causas de violaciones de los derechos humanos. Fayt, Vázquez y Belluscio podrían oponerse

Entre hoy y el martes próximo, la Corte Suprema decidirá que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y que, por lo tanto, pueden ser juzgados por la Justicia aun cuando hayan transcurrido muchos años desde que fueron cometidos.

El fallo del tribunal recaerá en la causa Arancibia Clavel, un expediente en el que ese agente chileno de inteligencia está imputado de haber participado en el asesinato de Carlos Prats, ex general chileno. Más allá del caso, el fallo tendrá un impacto directo en los sumarios en los que están imputados militares del Proceso.

Fue la incorporación de la civilista a la Corte la que permitió al tribunal conseguir la mayoría estricta para destrabar la situación en la que se encontraba este expediente. Highton, según trascendió, acompañaría los argumentos de Zaffaroni.

En disidencia estarían dispuestos a votar Carlos Fayt, Adolfo Vázquez y, eventualmente, Augusto Belluscio.

Para entender la naturaleza de la discusión hay que tener en cuenta algunos elementos.

§         En primer lugar, los hechos que se le imputan a Arancibia Clavel ocurrieron hace 30 años, un período mayor que el máximo permitido por la ley penal para que el Estado pueda pretender juzgar el delito. Los hechos cometidos por los ex militares argentinos que actuaron en la represión ilegal son de esa misma época.

§         En segundo lugar, nuestras leyes penales nunca fijaron que algunos delitos son imprescriptibles. Para nuestro Código Penal, todos los delitos, sin importar su gravedad, prescriben.

§         Tercero, el Código Penal no permite aplicar retroactivamente las leyes (nota de Prensa Independiente: y más importante, lo prohibe expresamente el art. 18 de la Constitución, garantías básicas, inmunes a tratados internacionales) . Una ley penal no puede agravar la situación de un delincuente que cometió el delito antes de sancionada esa ley.

§         Cuarto, la Argentina sólo firmó la Convención sobre Imprescriptibilidad de delitos hace dos años. ¿Puede aplicarla retroactivamente?

Pero al tiempo que existen esos principios jurídicos, que parece difícil dejar de lado, varios países, con Alemania y Francia a la cabeza, reclaman que se extradite a Alfredo Astiz, a Carlos Suárez Mason y a otros militares para ser juzgados. La única forma de evitarlo (¿) es que la Corte confirme la decisión de los tribunales argentinos que, durante los últimos años, reabrieron causas contra esos ex oficiales. Los jueces de la mayoría, para llegar a esa decisión, deben encontrar argumentos que permitan soslayar esos principios jurídicos. (nota de Prensa Independiente: no concordamos, no se puede contrarrestar algo ajeno a derecho vulnerando ese derecho. La solución es simple, le rechazo de las pretensiones extranjeras por no tener jurisdicción y haber actuado ya  la Justicia y el Congreso Argentino)

Algunos de ellos dirán que los delitos comunes son prescriptibles, pero los de lesa humanidad son imprescriptibles; otros sostendrán que no se trata de aplicar retroactivamente la ley penal, porque si bien el Código Penal nunca estableció la imprescriptibilidad de los delitos, ésta se funda en aplicar una vieja costumbre internacional (¿).

En disidencia, Fayt y Vázquez sostendrían que todos los delitos prescriben y que no se puede aplicar retroactivamente, para juzgar hechos de los años 70, una convención que el país ratificó hace dos años.

por Adrián Ventura

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7 – Carta de opinión

“Imprescriptibilidades y prevaricato”

por Néstor Nicolás Gómez

El Dr. Adrián Ventura, en una nota inserta en el diario La Nación del 11 de agosto pasado, se refiere a la intención de voto de cinco miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que resolverían declarar imprescriptibles ´los delitos de lesa humanidad´, lo que, aplicable a un agente chileno, sería, se dice, ´obviamente´ extensible a militares argentinos, para lo cual cabría emplear retroactivamente la convención sobre imprescriptibilidad de ciertos hechos. A más de lo cual destaca el articulista que hay ya una señal del paso que puede ocurrir, brindada por la Corte en el asunto Priebke del año 1996.

Entiendo, sin embargo, que este último supuesto es abismalmente distinto del que comprendería a nuestros militares, pues en lo que respecta al oficial nazi no estaba amparado por la Constitución Nacional, en tanto que nada ni nadie, legítimamente, puede dejar de aplicarla para con los nacionales del país. Es que, conforme a ese cuerpo legal, reformado en 1994, los pactos internacionales de jerarquía constitucional ´no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.´ (Del inciso 22 del Art. 75).  Con lo que queda racionalmente verificado, entonces, que no pueden predominar sobre nuestra ley fundamental y ni sirven siquiera intrínsecamente para juzgar a  los militares, ya que sus propias normas desechan la retroactividad.

A título de conveniente digresión que no altera lo expuesto, sino que lo reafirma, ese inciso 22 es ciertamente nulo, porque la Ley 24309 sobre declaración de la necesidad de la reforma, en su Art. 6º manda: “Serán nulas de  nulidad absoluta todas las modificaciones, derogaciones y agregados que realice la Convención Constituyente apartándose de la competencia establecida..”, que no concierne  claro está, a la primera parte de nuestra Ley Fundamental. Y como si no bastara con esa afirmación de tanto rigor, el Art. 7º dispone: “La Convención Constituyente no podrá introducir modificación alguna a las declaraciones, derechos y garantías contenidos en el capítulo único de la primera parte de la Constitución Nacional” ¿O acaso lo que se dice que es complementario no significa modificación para mejor o para peor? ¿O, acaso, con el procedimiento de injertar un artículo modificatorio en la segunda parte de la C. N. puede salvarse un obstáculo de carácter infranqueable?

 Por fin, para tiempos en que realmente llegue a imperar  el estado de derecho - que desde hace muchas décadas en nuestra Nación no es más que enunciado falto de sustancia - resulta dable suponer que si los jueces declararen imprescriptibles delitos que, evidentemente no lo son, y por ello se produjeran condenas penales, podrán ser acusados por la comisión del delito de prevaricato previsto en el Art.269 del Código Penal, que contempla penas de tres a quince años de reclusión o prisión e inhabilitación absoluta perpetua.

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8 – La Nación - 19 de agosto de 2004

Partes de: “Los padres del crespón”

por Santiago Kovadloff

Si algún comentario franco se hizo desde el poder sobre la carta de Susana Chaia de Garnil, ése fue el de Felipe Solá. El gobernador de la turbulenta provincia de Buenos Aires admitió la magnitud de la deuda que, en materia de seguridad, mantiene el Estado con la ciudadanía. "Lo que está diciendo con toda razón (la señora Chaia de Garnil) es algo que también sale de las encuestas y es que la gente prioriza la seguridad".

Muy de otra índole que el comentario del gobernador Solá, ha sido el que la referida carta mereció del jefe de Gabinete del gobierno nacional. Lo desafortunado y moralmente inadmisible de la declaración de Alberto Fernández es la ligereza con que reniega de la enorme significación social de las reflexiones de la madre de Nicolás Garnil, y las reduce a un hecho puramente personal, cuando no políticamente determinado, y fundado en motivaciones sólo circunstanciales.

Procediendo como lo hizo, el jefe de Gabinete se perfiló como la voz ofuscada y arbitraria de un oído impermeable a lo que se le quiere hacer escuchar.

¿Puede un gobierno democrático afianzarse si no es capaz de velar por la seguridad de nuestros hijos? Tal es la pregunta de Susana Garnil.

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9 – ¿Acto fallido u olvido....?

Y los muertos por el terrorismo a secas, el único terrorismo  - el de los Santucho y Firmenich, Kremer, Kunkel y Bonasso entre tantos más: ¿No eran hijos y no tenían padres?

Además un estado al ejercer la violencia estatal contra terroristas revolucionarios armados y clandestinamente organizados para la toma violenta del poder, podrá o no ser acusado de cometer actos ilegales, pero jamás de ser terrorista, eso es un mero absurdo dialéctico, un eslogan de oportunidad. Lo sostiene muy claramente el fallo de la Causa 13.

Por ello no podemos estar de acuerdo ni aceptar calladamente la parcialidad, con o sin intención,  de las expresiones que siguen.

Prensa Independiente

La Nación - 19 de agosto de 2004

(misma nota antes  mencionada en ítem 8):

“...En los últimos treinta años, los argentinos hemos perdido hijos a manos del terrorismo de Estado, de la Guerra de las Malvinas y, recuperada la democracia, los estamos perdiendo por obra de una exclusión social gigantesca, de la expulsión de nuestros universitarios del mercado de trabajo y del país, por la irrelevancia del conocimiento en las políticas de Estado y a raíz de la proliferación del secuestro extorsivo....”

Por Santiago Kovadloff

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10 – Carta de lectores que saliera en La Nación

“Empresas estatales”

Señor Director:

"Al leer la noticia de que tendremos otro YPF estatal, la primera sugerencia de estatizar otra vez la economía del país, surge la frase del escritor norteamericano P. J. O´Rourke: «Cuando la compra y la venta están controladas por el legislador, la primera cosa en comprarse o venderse son los legisladores» (o los políticos a cargo del gobierno de turno).

"La historia nos dice que las empresas estatales argentinas siempre estuvieron en los presupuestos nacionales, no como recaudadoras sino como gastadoras, y que los dueños siempre fueron los gremialistas, aunque nos hagan creer que son nuestras".

Ricardo Santos

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